Sobre el Ayuno

Cuando ayunamos obtenemos grandes beneficios físicos y espirituales.
Ayunar nos acerca a Dios, nos revela de Su voluntad y nos ayuda a crecer en la fé.
​En el plano físico, también puede ayudarnos a obtener mejores hábitos alimentarios y mejorar nuestra salud y apariencia.


Cuerpo:

Nuestro cuerpo se afecta cuando nuestro régimen alimenticio cambia. Durante el ayuno, algunas personas experimentan un período de desintoxicación y manifiestan algunos síntomas, tales como dolor de cabeza, dolor de piernas, cansancio o fatiga y pérdida de peso, especialmente cuando eliminan la cafeína, los productos procesados y el azúcar.
El cuerpo a veces nos pide un cambio y es cuando podemos ayudarle con el ayuno a encontrar una manera de prevenir enfermedades y de experimentar nuevas formas de alimentarnos para encontrar más energía y salud. De acuerdo a diversos estudios médicos, se ha determinado que el ayuno puede ayudar a regenerar los órganos, a reducir inflamación, a prevenir enfermedades, y también a normalizar la presión sanguínea. Personas que padecen diabetes, alergias, o artritis, han manifestado cierta mejoría luego de practicar el ayuno parcial o de Daniel. No hace falta que la enfermedad nos afecte para buscar la mejor forma de alcanzar bienestar físico.
A nivel de la psique, ayunar nos ayuda a enfocarnos mejor y aumentar nuestra habilidad para encontrar solución a problemas cotidianos.


NOTA : SI PADECES ALGUNA ENFERMEDAD O DURANTE EL EMBARAZO, TE RECOMENDAMOS CONSULTAR CON TU MÉDICO ANTES DE COMENZAR EL AYUNO DE DANIEL O HACER CUALQUIER CAMBIO EN TUS HÁBITOS ALIMENTARIOS.


Alma:

El alma está conformada por nuestras emociones, nuestro intelecto, nuestra personalidad, nuestra voluntad. Es el lugar en donde experimentamos "dolores de hambre", frustraciones, ira o enojo, así como también la felicidad y la alegría.
Durante el ayuno el alma querrá rebelarse contra esos cambios dramáticos de la dieta, pero vencer esos deseos es una de las lecciones más importantes del ayuno. Si tienes presente para Quién estás sacrificando ciertos alimentos y pasatiempos, te será más fácil sobrellevar esos momentos de debilidad.


Espiritu:

Nuestro espíritu es la parte del ser que "nace de nuevo", en donde mora el Espíritu Santo y nos permite someternos a Dios, y por tanto vive en Dios a través de Jesucristo.

Durante el ayuno, debemos "hacer" responsable a nuestro espíritu tanto del cuerpo como del alma, para alcanzar dominio propio a través del Espíritu Santo, y fortalecer así nuestro carácter para que seamos capaces de vencer el hambre y la tentación de darnos por vencidos.

El ayuno conlleva un objetivo espiritual, de ahi la importancia de dedicar tiempo a la oración, al estudio de la Biblia, y a la meditación de la palabra de Dios.

Habrán ocasiones en las que vamos a querer cambiar las "reglas". Por ejemplo, podríamos pensar que como el té contiene hierbas y agua lo podemos consumir, sin considerar que puede contener cafeína o estimulantes, o crear otro tipo de juego para darle a la carne lo que nos pide. Mientras más veces se practica el ayuno, más aprendemos sobre el sacrificio y le permitimos al Espíritu producir sus frutos de amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio.


Referencias bíblicas sobre el ayuno

Isaías 58
Jeremías 14:12
1 Corintios 8:8
Mateo 6:16-18
Mateo 9:14-15
Lucas 18:9-14

Relación entre la oración y la lectura de la Biblia
1 Samuel 1:6-8
Nehemías 1:4
Daniel 9:3, 20
Joel 2:12
Lucas 2:37
Hechos 10:30
Hechos 12:2

Ayuno Colectivo
1 Samuel 7:5-6
Esdras 8:21-23
Nehemías 9:1-3
Joel 2:15-16
Jonás 3:5-10
Hechos 27:33-37


El Ayuno de Daniel
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